Circo Davinci
Desde hace aproximadamente cuatro años el grupo trabaja en la integración de dos momentos históricos y dos modos de presentación: la compañía de circo y el ensamble musical. Ha comenzado a despojarse de los instrumentos amplificados electrónicamente, para reemplazarlos por los vientos, cuerpos de percusión y acordeón. Es de este modo que nace un formato de fanfarria para la agrupación, en la que la ejecución de la música y de las acciones en el espacio se unen cada vez más. La movilidad sonora es la clave que caracteriza a este momento del Circo Davinci.
Esta libertad de movimiento, además ha potenciado al desarrollo del espíritu clown que se trae desde los inicios del proyecto y ha promovido la profundización en la investigación del mismo, trayendo al humor (en muy variados matices) como un elemento siempre presente en sus funciones.
Encontramos eco en los formatos del circo clásico, en el que los números se musicalizaban en vivo y la presencia de los instrumentos de viento, hacían de la banda de circo una identidad reconocible. Paralelamente encontramos en las bandas caminantes o bandas de marcha o fanfarrias, estéticas similares que hacen nos hacen pensar en la idea de bajar la banda a la pista del circo, y ser música y escena.
El camino transitado demuestra una gran adaptabilidad y flexibilidad por parte del grupo al devenir de las situaciones y una permanente búsqueda del cambio y del crecimiento.
Asimismo, las técnicas actorales y musicales se han ido refinando en cada uno de sus integrantes para conformar un grupo con características únicas en la que las etiquetas de músico o de actor se difuminan.
